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sábado, 12 de mayo de 2012

Fallecimiento del P. Sebastián Urbieta O.F.M.

Agencia Faro: Valladolid, 10 mayo 2012, Stos. Antonino, obispo y confesor; Gordiano y Epímaco, mártires; Juan de Ávila, confesor. Ayer miércoles recibieron sepultura en el vallisoletano Cementerio del Carmen los restos del Padre Sebastián Urbieta Beristain O.F.M., fallecido en esta ciudad leonesa el pasado lunes 7 de mayo, a los 81 años de edad. Carlista guipuzcoano, leal a la Dinastía legítima completa (es decir, a la que no se detiene en 1936 en el Rey Don Alfonso Carlos, sino que continúa con Don Javier y llega a nuestros días con Don Sixto Enrique de Borbón) su salud era frágil ya desde hacía tiempo, lo que no le impedía celebrar públicamente la misa en fechas destacadas para la Causa de la Santa Tradición. Era orador y músico sagrado notable. Estaba adscrito últimamente al Convento de la Inmaculada de los PP. Franciscanos sito en el Paseo de Zorrilla. Le sobreviven ocho hermanos (una de ellas también religiosa franciscana) y varios sobrinos.

Requiescat in pace.

domingo, 15 de abril de 2012

La ley del Candado y la reacción

Por Jerónimo de Estrada


Alfonso y su ministro Canalejas

En 1906 se presentó al Congreso un proyecto de Ley de Asociaciones que, vulgarmente, fue denominada la Ley del Candado. Con esta legislación, el Estado conseguía un poder total sobre cualquier asociación pudiendo disolverlas o no autorizarlas. La ley no era original española; era, como demostró Víctor Pradera, un calco de la Ley de asociaciones francesa de 1901.

Cuando Alfonso XIII firmó el proyecto, le dio una palmada en la espalda a Dávila, su redactor, y le dijo “Te deseo, cuando lo discutan las Cortes, tanta suerte para su aprobación como facilidades te he dado yo para firmarlo”.[1] Su apoyo no fue puntual, siempre le mostraría su afecto a Canalejas “Yo siempre le daré la mano a usted para que se levante”.[2]
En el sistema monárquico liberal, el antirrey, Alfonso XIII, representaba el trágala y el consenso, herramientas esenciales para la democracia liberal. Ante la comisión de Damas, Don Alfonso dijo: “Señoras: yo las recibo con mucho gusto y comprendo bien lo que desean y lo que quieren decirme. Soy católico fervoroso como ustedes pero puedo hacer muy poco en el asunto de que se trata, porque yo, ante todo, soy rey constitucional y, como tal, son las Cortes por iniciativa o de acuerdo con mi gobierno, las que resuelven sobre asuntos nacionales. Lo que yo puedo hacer y haré es entregar a mi gobierno esta exposición mañana mismo para que resuelva lo que estime necesario”.[3] Don Alfonso tenía que dar gusto a todos. Así es que un año consagraba España al Sagrado Corazón de Jesús; otro negaba la prosperidad de la Iglesia; introducía en el gobierno a ministros masones o traía la pornografía en España. Y es así como un rey constitucional que ni reina ni gobierna sino que intenta satisfacer, dio el placer a los españoles de marcharse del país.

Cientas de manifestaciones se convocaron.


Sagasta acertó, tiempo atrás, cuando había dicho “eso no se puede hacer, porque no hay que olvidar que el partido carlista pondría en el campo ochenta mil hombres”.[4] Ni más, ni menos, la actuación del carlismo, por esos años, estaba encaminada a hacer de contrapeso de los avances revolucionarios. La Comunión, como apunta Rodezno “era la Guardia civil de la Iglesia, sin que los obispos ni el alto clero se le mostrasen, ciertamente, muy agradecidos”.[5] Ante esta situación, los carlistas e integristas desarrollaron una intensa campaña contra este proyecto al igual que la Iglesia, pues “Si las leyes del Estado están en abierta oposición con el derecho divino […] entonces la resistencia es un deber y la obediencia un crimen” como sentenció Senante. Incluso la Santa Sede llegó a amenazar con cambiar su posición respecto al carlismo y romper relaciones con Madrid. El mismo Carlos VII se refería al asunto:

Nuestra comunión, fiel guardadora de las tradiciones patrias, debe figurar en la vanguardia de todas las manifestaciones de viril protesta que se hagan, pues es su primer deber el de luchar siempre por la Causa de Dios, cuyo santísimo nombre figura al frente de nuestro lema inmortal, informando todo su credo.

Ante hechos tan escandalosos, pero lógicos en las actuales instituciones, únome de todo corazón a cuantas manifestaciones se hagan para alejar de mi patria ese nuevo baldón de ignominia con que el liberalismo pretende mancharla.[6]

El proyecto fue aprobado por las Cortes, pero finalmente no tuvo prácticamente efecto. Un éxito para los grupos católicos. Mientras, el partido conservador, caracterizado por su desidia e inacción, optaba por el sostenimiento del edificio de la Restauración.

[1] DE CARLOS GOMEZ-RODULFO, Jaime: Carta inéditas de Carlos VII: Montejurra, 1959. Pág. 238.
[2] SECO SERRANO, Carlos: Alfonso XIII. Madrid: Arlanza, 2001. Pág. 141
[3] DE CARLOS GOMEZ-RODULFO, Jaime: Carta inéditas de Carlos VII: Montejurra, 1959. Pp. 239-240
[4] RODRÍGUEZ ARÉVALO, Domingo: Carlos VII, Duque de Madrid. Bilbao: Espasa-Calpe, 1929.Pág. 245
[5] RODRÍGUEZ ARÉVALO, Domingo: Carlos VII, Duque de Madrid. Bilbao: Espasa-Calpe, 1929.Pág. 245
[6] Carta de Carlos VII a Barrio Mier (21-XII-1906) en DE CARLOS GOMEZ-RODULFO, Jaime: Cartas inéditas de Carlos VII. Madrid: Montejurra, 1959.

viernes, 23 de marzo de 2012

El pregón de Semana Santa: la impiedad ataca de nuevo.

El Arzobispo, el Alcalde y la Vicepresidenta.


Desde que Ramón Jauregui, uno de los católicos del PSOE, dijerá que la moral cívica de nuestra sociedad, ya sea sobre el matrimonio, la familia o del papel de la mujer, corresponde única y exclusivamente a la soberanía popular nada nos sorprende de los llamados católicos de nuestra pobre España. Tampoco de nuestro clero.

Ya saben, la doctrina de la Iglesia ya no se lleva. Ni entre los curas. Ahora lo que gusta son los saraos de iglesia. Aunque digan barbaridades. Y es que, las cofradías, que día a día consiguen superarse llevan unos años esplendidos. Recordemos el herético pregón de Martín Garzo hace dos años, después Ramiro Ruiz Medrano. Señores ¿el próximo será Cayo Lara?

Recordamos con ternura la frase del Obispo de Canarias, Pildain, en las votaciones de la Declaración de Libertad Religiosa durante el Concilio Vaticano II: Utinam ruat cuppula Santi Petri super nos. Quizá hubiese debido repetirse con la bóveda de Nuestra Señora de la Asunción.

Y ¿adivinan a quien citó? Al hereje máximo y maestro de herejías, Don Miguel de Unamuno.

Creo que hoy sigue vigente la duda unamuniana, el dolor del silencio del Cielo. El sentimiento trágico de la vida, La agonía del Cristianismo, San Manuel Bueno y Mártir… son obras del querer creer con el corazón y la lucha inútil contra la razón porque no termina de convencer al desasosiego. Hablan del misterio de la Vida.

Incluso se refirió al Alcalde con su afán de estropear las tallas cuando llueve:

Así que, un año más, vamos a salir a las calles. —¡Esperemos que no llueva,…! aunque desgraciadamente no hay gobierno que pueda ordenar que ceje la lluvia cuando se mueven los santos en las iglesias—.

Y también se atrevió con los “valores”:

Creo que nos conviene ir al encuentro de lo que comúnmente

llamamos valores, y es seguro que la mayoría de los españoles buscaremos el origen en lo aprehendido desde la escuela: la grandeza de conceptos como honradez, solidaridad, amistad, fidelidad, respeto. Eso es, a la postre, lo que representa la Semana Santa.

Y lo mejor del mitin: Soraya se convierte en humorista. ¿La noción de un comportamiento íntegro en el Partido Popular?

Ni el Siglo XXI puede estar reñido con la raigambre de nuestra

noción de un comportamiento íntegro, como tampoco la evolución de la sociedad puede verse sin las enseñanzas de los evangelios.

Algún día, Dios nos pedirá cuentas de nuestros pecados. Pero a algunos más que otros

miércoles, 6 de enero de 2010

Sixto V


Sixto V

Felix Peretti pertenecia a una familia humilde de labradores de Montalto en la región de las Marcas. Poco tiempo tuvo de ser porquero, pues a los nueve años entro como novicio en un convento de franciscanos. Su gran inteligencia le hizo brillar como predicador y en 1570 fue nombrado cardenal por Pio V. Gregorio XIII, cuando aun era solo el cardenal Hugo Buoncompagni, le llevo consigo a Madrid, cuando fue como legado papal a la capital de España. No se llevaron bien el legado y su acompañante, y cuando el primero fue elevado al solio pontificio en 1572 le aparto del gobierno de la Iglesia. Poco podía pensar que seria Peretti quien le sucedería.

Se cuenta que al morir Gregorio XIII, hombre enérgico y de gran carácter, los cardenales buscaron un sucesor que fuera mas acomodaticio y fijaron su atención en el cardenal Peretti que, a sus 64 años, aparecía como un anciano enfermizo que se apoyaba en sus muletas para andar y al que una tos pertinaz impedía pronunciar dos frases seguidas. Fue elegido por unanimidad. Pero apenas elegido el cardenal, ya papa, cambio súbitamente, se irguió, lanzo las muletas al suelo y entono con fuerte voz un tedeum. Los cardenales quedaron asombrados.

-Desde que Vuestra Santidad es papa -le dijo un cardenal- ha cambiado totalmente su aspecto.

-Cuando eramos cardenal -respondió el nuevo papa- caminábamos con la cabeza baja, buscando en la tierra las llaves del cielo; pero desde que las hemos encontrado nada tenemos que buscar ya en el suelo.

Y fue uno de los papas mas enérgicos y fuertes de la historia del papado. Basta un ejemplo: Un día se presento al ponticife una vieja quejándose de que un pleito que tenia desde hacia veinte años no se había solucionado ni llevaba trazas de solucionarse en el poco tiempo que le quedaba de vida. El papa se informo de que abogado o procurador se ocupaba de el y le mando llamar.

-Estoy interesado -le dijo- en que se resuelva el pleito de esta vieja. Sea a favor o en contra: pero que se solucione con justicia.

Al día siguiente, el letrado se presento al papa diciéndole que, según sus deseos, el pleito se había sentenciado. Y Sixto V lo hizo ahorcar por haber hecho durar durante años un pleito que, según el resultado, se había podido decidir en pocas horas. Desde aquel momento en adelante los curiales y leguleyos apresuraron sus pleitos.

Un día se informo al papa de que en Sicilia había nacido el Anticristo. El papa pregunto:
-Y ¿que edad tiene ahora?
-Tres años, Santidad.
-Bien, pues este es un problema para mi sucesor.

El obelisco egipcio que se alza en la plaza de San Pedro, frente a la basílica vaticana, yacía, junto con otros que los emperadores romanos había hecho trasladar a la urbe, entre el barro y las hierbas que cubrían los vestigios de la Roma imperial. Sixto V encargo al arquitecto Domenico Fontana la erección del mismo donde ahora se admira.
El 10 de septiembre de 1586 , una vez trasladado un equipo de 140 caballos y 800 hombres, se encargo de levantarlo del suelo y ponerlo en pie. Una gran muchedumbre se congrego en la plaza para gozar del espectáculo. Se conmino, bajo pena de muerte, a guardar silencio para que así se pudieran oír las voces y gritos de los técnicos. Pero en un momento dado, las cuerdas que izaban el obelisco se distendían por el peso enorme de la mole y se cuenta que que un marinero de San Remo, llamado Bresca, y capitán de una nave genovesa grito:¡Agua a las cuerdas! O, en su dialecto:¡Aiga, dai de l'aiga al corde!. Así se hizo y la operación pudo llevarse a buen termino. Pero, cumpliendo las ordenes del papa, los soldados detuvieron a Bresca, que debía ser ahorcado de acuerdo con lo establecido, pero el papa no solo lo perdono, sino que le concedió el privilegio de izar la bandera pontificia sobre su nave y el de proporcionar a la Santa Sede las palmas que los ponticifes usaban y usan en el domingo de Ramos. Sixto V murió en 1590.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Iglesia de Simancas: estructura

Litografia de Jaime Cebrian de 1877.
Vista de la torre romanica.

Entrada a la iglesia

Iglesia de Simancas: estructura

Es de la advocación de El Salvador. El edificio esta labrado en piedra. Tiene tres naves, conforme al plan de salón; los apoyos son severos cilindros, que reciben la carga de bóvedas de crucería estrellada. A los pies hay una torre románica, cuyo segundo cuerpo esta abierto hacia el templo para alojamiento del coro. La puerta se situá a mediodía. Se constituye por dos arquerias, con apoyo común. Los arcos son flamígeros y cruzados(conopiales). En una hornacina que hay entre ellos estuvo una escultura de piedra de El Salvador, que hicieran Juan de Cambrai y Miguel de Espinosa.

El templo se fechara en el primer cuarto del siglo XVI. El tipo es el habitual de salón, el mas frecuente en el Renacimiento hasta la aparición del tipo jesuitico.

La torre, por su parte, testimonia que tuvo que haber un importantisimo templo románico(Felipe Heras: La arquitectura románica en la provincia de Valladolid, ob. Cit. p. 137). Es del tipo torre-pórtico, repitiendo el modelo de la iglesia de Santa María la Mayor de Valladolid. La puerta de acceso esta ahora cegada y era de medio punto. Arcos e impostas ven prodigar las filas de tacos, indicio de modernidad. La obra gótica ha dejado tapada la torre por tres lados. Se aligera la torre hacia arriba por medio de ventanas geminadas. El cuerpo de campanas, de ladrillo, se debio de labrar en la segunda mitad del siglo XVI. Para Heras esta torre data ya de la segunda mitad del siglo XII.

En los libros de fabrica existen algunas referencias a la torre. En 1558 se da autorización para que el maestro de las obras del obispado de Palencia señale la traza para la obra de la torre. Es lógico que hiciera la obra entonces, pues la torre quedaba englobada en el nuevo templo. En 1633 pone la bola y la veleta. En 1757 se proyectaba una reforma. Sin duda se trataba de hacer una balaustrada, pues se encargan cuatro bolas en las esquinas; pero esta reforma no tuvo cumplimiento.

En el lado norte hay un pequeño claustro, de piedra, con arque ria de medio punto. Se hacia esta obra a partir de 1552, bajo la dirección del cantero Miguel Corlado. Todavía se trabajaba en 1561.

En la lonja que hay delante de la iglesia se eleva una cruz de piedra. Se coloco en 1716, en lo que antes era el cementerio de la iglesia, y la fabricaron Tomas Ortiz y Tomas García, canteros de Ciguñuela.

Extraído del libro: Catalogo Monumental. Antiguo Partido Judicial de Valladolid. Hecho por J. J. Martín Gonzalez. (Tomo VI)


En una tipografía de J. Cebrian aparecida en el libro Descripción física, geológica y agrologica de la provincia de Valladolid en 1877 aparece una espadaña en el lado sur de la iglesia que debió eliminarse en el siglo pasado. Junto a la espadaña, la torre románica aparece coronada por una cupula de media esfera, lo que hace pensar que se elimino en pro de un tejado a cuatro vertientes.