viernes, 16 de octubre de 2009

Desenmarañar la leyenda


Dentro de la campaña contra el concepto de las tres culturas, SIMANCAS TRADICIONALISTA presenta:



Desenmarañar la leyenda


Desde un punto de vista racional podemos decir lo que como nos dice el Diccionario Madoz: las siete doncellas de Simancas no es más que una historieta con la que los vecinos explicaban el origen del nombre del pueblo Septimancas.


Según la tradición, entre los tributos debidos por los astures figuraba la entrega anual de cien doncellas, y si la leyenda no es cierto, pudo al menos serlo, pues sabemos que es frecuente, incluso en épocas posteriores, la entrega de mujeres de la familia real como esposas o concubinas de los emires y califas, y las fuentes musulmanas nos hablan de un activo comercio de esclavos entre los reinos del norte y Córdoba.

No se puede ser reduccionista pues no se puede contar la historia sin apoyarnos en la sociedad y su pensamiento. Estamos en una época gloriosa, la Reconquista, plagada de historias épicas como el Cid, Guzmán el bueno, Santiago Matamoros, etc.


Al pueblo de Simancas no se le puede echar en cara ningún momento el odiar a lo moros pues en las campañas de Al-Hakam II en 963y sobre todo de Almanzor en el 984, fueron las más duras para Simancas, siendo en la última de ellas totalmente arrasada. Es ahora cuando se gesta la leyenda. ¿Tendremos que disculparnos por esto?

Con este relato nos podemos preguntar donde quedó la España de las tres culturas, porque si algo influyo en la península sería en el sur. En Simancas no queda ningún resto islámico. Gracias a Dios hasta ahora no tengo conocimiento de que nuestros profesores, catedráticos y demás personajes de la Universidad se dediquen a predicar el gran influjo que medio en la provincia.


Y por último no podían faltar los versos de Luis Vives y un Romance contando la historia:


Versos de Luis Vives


Por librarse de paganos

Las siete doncellas mancas

Se cortaron sendas manos

Y las tienen los cristianos

Por sus armas en Simancas


En otro Romance viejo, se hace memoria de este suceso, y empieza así:


El primer Rey que en León

Don Ramiro se llamó

Al principio tuvo paz

Y al fin guerra le sobró

Que Almanzor Rey Cordobés

en Batalla de venció

Y le puso en tanto estrecho

Que grandes parias le dio:

Y en las parias Cien Doncellas

Dar cada año se obligó

las cincuenta hijasdalgo

las otras cincuenta no;

El tributo, que era grave

Mucho tiempo no duró

Que la Villa de Bureva

La su paga defendió


Por no pagar tributo
el cual después no pagó
que Siete Doncellas nobles
que para dar escogió
en la torre de una Puerta
de esta Villa acaesció
que una noche allí encerradas
en llorar se les pasó:
Y al tiempo que amanecía
La una así las habló
Desventuradas Doncellas
quién en el mundo pensó,
que para echar a los Perros
estéis vosotras y yo:
Oh, la mayor crueldad,
que jamás se vio ni oyó

Qué corazón hubo humano

Que tal hizo y permitió

Más le valiera morir

Que aceptar lo que aceptó;

Cortémonos pues las manos,

La primera seré yo.


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