martes, 1 de noviembre de 2011

Una figura triste: el Marqués de Valdelomar

De vez en cuando recupero libros abandonados y anticuados. Esta vez se me plantó delante un libro del Marqués de Valdelomar, se llamaba “Carlismo y masonería. Tácticas alucinantes”[1].

Este señor, del que se desconoce hasta su nombre, fue juanista. Desde el colapso de la usurpación, la familia irreal había caído en el más profundo ostracismo y su apoyo, de capa caída. Tampoco es raro este comportamiento de la sociedad española, con razón decía el Vizconde de Chateaubriand que cuando la monarquía no se falta a si misma, jamás la falta el pueblo.

Así se pudo ver que mientras el gran rey Don Alfonso Carlos movilizaba a 80.000 voluntarios en la Cruzada de Liberación, Don Alfonso no reclutó más que unas pequeñas unidades(ataviados con boina verde); la mayoría de ellos, mercenarios. Hasta se pudo ver a uno de los hijos de Don Alfonso, Don Juan, pedir el ingreso al tercio de Montserrat; cuya respuesta, lógicamente, fue negativa.
Don Juan Puigmolto con la boina del requeté

Tras morir Don Alfonso, asumió el chiringuito Don Juan quien ideó la estratagema de captar al pueblo carlista asumiendo el ideario tradicionalista, explotando la leyenda del Pacto de Territet y atacando al carlismo con las más terribles infamias[2]. No lo consiguió pero algunos cayeron.

Así se las gastan los liberales: paso de buey, dientes de lobo y hacerse el bobo.

Hoy en día, sin discutir la intención del Marqués, no puede provocar mas que pucheros de compasión algunas de sus declaraciones. Una de sus perlas: el Opus Dei aparece como el nuevo frente de la vanguardia católica cuyos procedimientos son adecuados al talante del enemigo a quien combate, con una sabia estrategia religiosa, social, política y financiera, con el empeño de restaurar el ideario tradicionalista en el curso de los próximos decenios, tarea ardua que exigirá el esfuerzo abnegado de varias generaciones. O su fe en la usurpación que le lleva a la alabanza del “Príncipe Juan Carlos”. El tiempo demostró más tarde cuán errado estaba e incluso a nuestros ojos llega a ser esperpéntico.

El Marqués murió en el 2005, pero sería interesante saber qué hubiese pensado de la actual situación. Pobre hombre.



[1] A este título se le pueden añadir más libros de ciencia ficción como El noble final de la cuestión dinástica de Francisco de Melgar(hijo, claro) o La otra legitimidad de Jesús Pabón. Para desenredar los embustes juanistas recomiendo El pacto de Territet, Alfonso XIII y los carlistas de Tomás Echeverría .

[2] Si quieren ver alguna prueba, pueden leer la hemeroteca de uno de los males endémicos de España: el ABC.

7 comentarios:

  1. Hasta e señorhoy no haía oído hablar del Marques de Valdelomar y francamente no he perdido nada.
    No he leído ningun libro de este señor, lo unico que he leido hoy mismo es un extracto de Fernando VII y la Masoneria, eactamente la SISTESIS ESQUEMATICA DEL PROCESO REVOLUCIONARIO DE LA MASONERIA INTERNACIONAL, HILO ROJO DE SU PENETRACION Y ACCION EN ESPAÑA. Y de esta simple y escueta lectura ha podido destacar que este señor tenía una mente enfermiza que fomentaba el odio lesia apostolicaa traves de sus escritos. Para él no hay nadie bueno aparte de la santa iglesia catolica apostolica romana, la Iglesia Protestante es tan buena y tan digna de respeto o mas que la glesia de Roma.
    No me extrañaría que este señor no haya vendido muchos ejemplares de su libros salvo entre sus amigos que seguramente han tenido o tienen la mente igual de retorcida que la tenía él.
    Soy simpatizante mason que conozco desde que tenía catorce años y no son esos seres satanicos que nos ha presentado. Es una lastima que haya fallecido porque se le podía preguntar que piensa del hecho que el Vaticano esté mezclado con la Mafia italiana en el blanqueo de dinero proveniendo de la droga y de la prostitucion. A lo mejor sería capaz que también son los masones ????

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  2. Estimada señora:
    Le ruego que cuide la ortografía, facilita la lectura.
    Dentro del campo historiográfico el Marqués no ofrece nada nuevo. Además, utiliza los documentos fuera de contexto y sólo elige los que le interesan.
    Sin embargo, no estoy de acuerdo respecto a su visión de la masonería. Creo que han sido un gran mal, empezando por ser los representantes del liberalismo que hundió España durante el siglo XIX y siguiendo por la construcción del sistema que hoy avasalla a los españoles.
    En cuanto a la Iglesia, en todos los sitios cuecen habas. Pero soy incapaz de aceptar las iglesias protestantes, están basadas en el orgullo y en la falsedad. Un saludo

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  3. Estimado señor Muñoz,
    Le doy las gracias por su consejo de cuidar mí ortografía y le ruego me perdone si ha tenido dificultad para leerme.
    Dice que la Masonería "ha sido un gran mal por ser los representantes del liberalismo que hundió a España en el siglo XIX".
    Mi pregunta es la siguiente ¿Que reprochan realmente a la Masonería en España?
    Creo que lo que le reprochan sobre todo, es el hecho de que obren sobre todo para que perduren los ideales de libertad, igualdad y fraternidad principios que surgieron en la Revolucíon francesa de 1789 y que han sentado las bases de la Sociedad actual.
    La Masonería exige a cuantos la profesan la más completa y verdadera tolerancia, nada de fanatismos religiosos o politicos. La Masonería significa un grado de perfección en quien la profesa, quiere que el hombre sea ilustrado, moral y libre.
    Ilustrado, para que pueda por si mismo distinguir entre la verdad y el error, así cómo participar con determinación en el progreso imparable que persigue la Historia.
    Moral, para que comprendiendo por si mismo, lo que es el mal y el bien, cumpla por su propio impulso con el fin de la vida y lograr así la felicidad de la humanidad.
    Libre, porque sin libertad no hay responsabilidad, la condición más hermosa de la vida.
    También estan comprometidos con defender el caracter fundamental de los Derechos y Deberes del Hombre.
    Promover el ideal laico como moral de la libertad de conciencia y garantía del ejercicio del libre arbitrio de cada uno.
    Todas estas cosas incompatibles, con el dogmatismo y la falsedad de la iglesia catolica apostolica y romana que rige este país.
    Un cordial saludo.

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  4. Le agradezco la mejora. Así se entiende mucho mejor su opinión.

    Verá, los principios de la masonería son los del liberalismo. Sus bases son falacias y, desde ese momento, el resto del edificio cae por sus cimientos. El lema de libertad, igualdad y fraternidad es falso. Primero, porque el término "libertad" es muy ambiguo y se puede utilizar para hacer el bien o el mal. Segundo, la "igualdad" nunca puede ser justa. La verdadera justicia es discriminatoria. Da a cada uno lo que se merece. Si el señor Camps roba y, por otra parte, una pareja de ancianos hurta para alimentarse, ¿Usted cree que es justo aplicarles el mismo castigo? La igualdad sólo existe en la esencia. Todos somos hombres. Pero la existencia no es igualitaria. Y de ahí, la necesidad de legislar de acuerdo a lo real, a la diferencia. Pues es innatural intentar borrar las diferencias. Tercero, no soy un iluso. El hombre es la naturaleza caída y tendemos al mal. Por ello, la fraternidad no deja de ser un sueño imposible.

    Por otra parte, existe una ley natural a la que puede llegar todo el mundo. Desde el negro del Congo hasta el inglés de la City sabe que matar a su vecino está mal. Es algo que el hombre conoce sin necesidad de la masonería ni de la Iglesia. Son verdades que están en el corazón de todo hombre. Sin embargo, esta ley natural puede ser eliminada mediante la educación. La masonería ha conseguido transformar esta naturaleza y ha convertido la ley natural en algo subjetivo. Un ejemplo es el aborto. Para un masón de hace doscientos años el aborto era asesinato. Ahora es un derecho. ¿Comprende como la educación ha convertido un crimen en un derecho? Con ello quiero alertarla de la falsedad de unos derechos humanos que varían con el tiempo, mostrando su naturaleza subjetiva.

    Le diré que los tiempos optimistas de la Ilustración pasaron. El siglo XX ha sido el período más mortal para la humanidad, justamente cuando todas las ideologías de la Ilustración germinaron en sus múltiples variantes: liberalismo, comunismo, socialismo, capitalismo, fascismo... y demás cabezas de hidras. Así mismo, el hombre, repito, tiene la naturaleza caída y tiende al mal. Sólo una doctrina que acepte esta naturaleza es verdadera.

    Nunca he conocido un sistema que haya negado la libertad de pensamiento. Principalmente porque es imposible. Si se puede negar la difusión de las ideas. Y para mi forma de ver las cosas no creo que sea negativa la censura. Es más, la veo muy necesaria. Claro que no sujeta al arbitrio del gobernante, sino al bien común.

    También podíamos dudar de la supuesta tolerancia de la masonería. Durante la II República, se persiguió a los jesuitas y se les rechazó el ejercicio de la docencia.

    Por último, el dogma es necesario. ¿Como vamos a dudar de las enseñanzas de Dios? Además la Iglesia no rige el país.

    Un saludo

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  5. Estimado Señor Muñoz,
    Le agradezco su exposición y aunque esté de acuerdo con Usted, en algunas cosas, no le puedo dar la razón por completo, pues disto de su punto de vista y no lograra convencerme además, no le pido que lo intente.
    Muchas gracias y un cordial saludo.

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  6. Bueno,estamos aquí para lo que necesite. Ojalá fueran así de respetuosos todos los debates. Ha sido un placer. Un saludo.

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  7. Bueno, pienso que es una cuestiono de educación, considero que mismo si nuestro "contrincante" no tiene las mismas ideas, nunca se debe faltar de respeto a nadie. Mi divisa es la siguiente "trata a tu projimo como deseas que te traten a tí"
    Me he permitido entrar en su perfil y he descubierto cosas interesantes en los distintos blogs a los cuales está Usted abonado, así que con su permiso continuaré visitando su pagina.
    Una vez más gracias por todo. Un saludo.

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