jueves, 29 de octubre de 2009

Las nuevas interpretaciones de la izquierda

Programa de La vida es sueño en el Teatro Calderón

Autorretrato trastocado de Murillo

Las nuevas interpretaciones de la izquierda

La calidad de todos los espectáculos cae por los suelos, incluso de los clásicos a los que los titiriteros se atreven a meter mano. A principios de octubre se representó en el Teatro Calderón “La vida es sueño” de Calderón de la Barca. Una de nuestras magnificas piezas del siglo de Oro de nuestra literatura. Con la disculpa del Teatro de Vanguardia, primero quitaron los decorados y después los minimalizaron hasta llegar al ridículo por ello su pobreza escenográfica a la cual ellos llaman moderna y no es más que una chapuza camuflada. Dice el texto muchas bobadas; que Calderón era con 35 años un rebelde, inconformista y atormentado lo cual es faltar a la verdad. Calderón sirvió a España e incluso llego a ser Capellán de honor de Felipe IV y Carlos II. Quizás ahora con esta sociedad infantilizada pueda considerársele como a un inconformista por alejarse de los antivalores del Matrix progre. En líneas adelante dice: “Segismundo ya no es Segismundo, es el hombre, el común hombre. Y la mujer. Faltaría más”. Parece que Aído ha metido la pezuña encima. Por último si se fijan en el programa no se nombra en ningún momento la intención y la profundidad del tema de la obra.


Pero no solamente esto, sino que para llamar la atención al ignorante ciudadano tienden a rebajar la calidad de todas las exposiciones para que la gente vaya en tropel. Puro marketing. Culturilla de pesebre. La fauna intelectual del país se empeña en ensuciar toda aquello que es cristiano. Los ejemplos los hay a pares. Pongamos el caso de la última exposición el Museo de Bellas Artes de Bilbao donde para atraer a más público se les ocurrió pegar con photoshop un pendiente en la ceja a un autorretrato de Murillo.
Quejose el dueño del cuadro y se eliminaron los carteles pero dejaron la estela de la incultura a su paso.

¿Será posible que las obras representadas sean los más fielmente a lo que sus autores quisieron que lo fueran

1 comentario:

  1. La razón de este desaguisado, creo yo, es que la farándula contemporánea es la antítesis espiritual de nuestros Clásicos del Siglo de Oro.

    Pero, claro, tampoco se descarta que desvirtuen lo clásico adrede: es algo propio de los revolucionarios convertir, con la venia, en mierda todo lo que tocan.

    Saludos en Cristo Rey.

    ResponderEliminar